Ya sabemos que la manera más efectiva de organizar una fiesta en la oficina, en especial cuando contamos con poco tiempo y un presupuesto limitado, es adecuarnos a una guía o un plan. Siguiendo algunos pasos ya establecidos, lograremos dar forma al evento en lo que respecta a locación, invitaciones, menú, bebidas y decoración, entre otros. Pero claro, si no tienes ni siquiera una guía ni ideas por dónde comenzar, puede que te desmotives enseguida.
Pero tenemos soluciones para ello, y es seguir otro tipo de guía, previa a la de planificación. Se trata de involucrar a otros en la organización, aunque de modo indirecto.
Si tu trabajo lleva consigo las tareas de organización de eventos a lo largo del año, puedes estar siempre al tanto de lo que sucede en la empresa, de los gustos y de lo que motiva y place a los potenciales invitados. Así, con tiempo suficiente (¡y hasta de sobra!) puedes elaborar una guía que te sirva a modo de asesoría, facilitándote la organización del evento.
Ya sea que la fecha se aproxima o que, simplemente, quieras organizarte para un futuro, comienza a consultar a los demás sobre sus opiniones al respecto. Puedes hacerlo de modo formal, o también mediante charlas casuales en torno al bebedero. Consulta a tus compañeros de oficina y a todo el personal de la empresa sobre sus gustos, para tener ideas claras sobre una fiesta de oficina.
De este modo, tendrás algunas pautas que te facilitarán la planificación en eventos para toda la empresa, o también para cada sector de la misma. Sólo debes hacer las consultas y mantener un registro de ello.
Entre las preguntas, puedes consultar qué fiesta es la que más disfrutaron, o cuáles festejos y eventos recuerdan. Así, sabrás sus gustos sin necesidad de hacerles una entrevista.
Consultarles sobre temas como la comida (“¿recuerdas aquellos bocadillos de la fiesta de Navidad? Pues yo prefiero el bistec de la fiesta de Aniversario”) puede ser un motivo de charla que te de algunas pautas, además de la bebida. Incluso, si tienes intimidad o una relación de confianza con algunas personas de la empresa, puedes pedirles consejos y recomendaciones de modo más directo, por ejemplo, a la hora de elegir el tema o la temática del evento (fiesta de disfraces, vestimenta de un mismo color, invitados especiales o lo que fuera).
Recuerda tomar tu tiempo para hacer tus investigaciones, de preferencias hazlas cerca del fin de semana (el jueves o el viernes), que es cuando la gente tendrá mejor humor, y estarán más dispuestos a responder de modo participativo.
Si llevas un registro adecuado, cuando llegue la hora de planificar el evento, simplemente tendrás que analizar sus propios comentarios. Así, podrás tomar las decisiones correctas hasta en el día de menor inspiración para ello, ¡y esto simplificará y hará más exitosas tus tareas!