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Ejercicios de estiramiento para la oficina
Cómo evitar contracturas y dolores con ejercicios para la oficina
Cada vez es más común que las personas que trabajan en oficinas sufran de contracturas y dolores musculares. Esto se debe, principalmente, a que pasamos alrededor de 8 horas diarias sentados frente al ordenador en una mala postura, y casi sin movernos en todo ese tiempo. Por eso, es recomendable que nos tomemos algunos minutos de nuestra jornada laboral para realizar unos simples ejercicios de estiramiento.
Los estiramientos son pequeños y ligeros ejercicios, cuya finalidad se basa en renovar nuestra energía y oxigenar los músculos de nuestro cuerpo, para sentirnos revitalizados y fortificados a lo largo de la jornada. Podemos realizarlos desde nuestro escritorio y sólo nos llevaran unos pocos minutos.
En primer lugar, es necesario relajarnos del modo que nos plazca. Puede ser cerrando los ojos y respirando profundamente un par de veces, por ejemplo. Debemos enderezar nuestra espalda hasta conseguir una posición confortable y erguida, para luego continuar con leves movimientos de cabeza. Giraremos lentamente la cabeza de lado a lado, y luego la llevemos a ambos lados del cuerpo pero sin girarla, durante pocos minutos. Además, podemos dirigir el mentón hacia el tórax y repetir este movimiento las veces que sean necesarias.
Un segundo ejercicio de estiramiento nos servirá para contrarrestar los dolores y molestias en los hombros y brazos. La técnica se basa en pasar la mano derecha tras el hombro contrario, ejerciendo una leve presión. Luego, repetiremos el ejercicio pero llevando la mano izquierda hacia la pare de atrás del hombro derecho. Si nos es de utilidad, podemos asistirnos manteniendo presión en el codo con la mano que tengamos libre.
Otro ejercicio consiste en estirar uno de los brazos llevando los dedos hacia arriba, mientras que con la mano opuesta debemos aplicar presión sobre las yemas de los dedos y en dirección al hombro. Luego, repetiremos este ejercicio, para aliviar los dolores en los antebrazos, con el brazo contrario.
El último ejercicio es útil para aliviar los dolores en la espalda. Primero, tenemos que sentarnos erguidos en nuestra silla y sujetar un muslo con las dos manos. Luego, procurando no encorvar la espalda, debemos llevar la rodilla hacia nuestro torso. Una alternativa a este ejercicio se realiza levantando los brazos tensados por encima de nuestra cabeza y dirigiéndolos hacia atrás, imitando la acción de bostezar. De cualquiera de las dos formas, el resultado final se verá reflejado en la disminución de molestias en la espalda.
Por último, podemos poner en práctica un par de sencillos hábitos y realizarlos cotidianamente para compensar el tiempo que permanecemos sentados. Algunos de ellos es ir al baño que tengamos a mayor distancia, usar la escalera en vez del elevador, pararnos y dar pequeñas vueltas al hablar por teléfono para estimular la circulación sanguínea, o simplemente visitar a algún compañero que se encuentre en otra área.
