El buen empleado, según nos indican las búsquedas actuales, es aquel que cumple sus labores con diligencia y responsabilidad, que se comporta con respeto y actitud proactiva, y que logra dar un paso más allá que el resto, en una verdadera demostración de aquello que se conoce como “talento”. Pero, ¿A qué se refieren, exactamente, cuando hablan de talento?
El talento pareciera ser una condición ineludible no sólo para ser contratado, sino también para ser un buen colaborador de la empresa, para poder estudiar una carrera, para hacer rendir el contenido de la heladera en las comidas de todo el mes. Es que el talento es algo así como la creatividad: todos lo tenemos, en una u otra medida, y es necesario aprender a desarrollarlo.
El talento es esa condición especial que nos hace más o menos aptos o habilidosos en la concreción de alguna tarea. Se nace con una cierta cuota de talento, es cierto, aunque también podemos desarrollarlo. Por ejemplo, hay quienes nacen con una especial habilidad para la música, como si brotara de modo natural. Pero también se puede aprender la técnica musical, aunque se carezca de talento. Es decir, que si unimos esa condición natural con el estudio de nuevas técnicas, así seremos seguramente destacables entre el montón. Y lo mismo sucede en la oficina.
El talento es lo que te hace más apto para ciertas tareas. Por ello, será lo ideal dedicarte a ellas, o al menos trabajar tendiendo hacia esta metodología, de modo de poder ser más próspero y productivo en la actividad. Para ello, es necesario primero reconocernos como talentosos en cierto ámbito, sin miedos y con modestia, para poder solicitar las tareas o puestos.
En esto también podemos ser talentosos. Verás, en el diccionario se dice que el talento es “la inteligencia puesta en acción”. Y todos tenemos inteligencia, algunos más, otros menos, y todos en forma diferente. Así, debes analizar tus tareas, aptitudes y conocimientos, para desarrollarte de un modo ejemplar en algo que pareciera natural e inherente a tu conducta y capacidades.
El talento, en nuestros días de extrema comunicación, ya no es un misterioso designio de la naturaleza. Al contrario. Hoy sabemos que todos tenemos talentos diferentes, y en estos tiempos quien realmente sobresale del montón es aquella persona que logra identificar su talento y expresarlo, por el bien propio y también el de la corporación. ¡Es momento de descubrir tu propio talento!