A la hora de buscar empleo hay quienes optan por comprar el diario y leer los clasificados, mientras otros eligen hablar con sus conocidos para pedirles referencias o preguntarles si en sus lugares de trabajo están contratando.
Pero también hay otra opción: utilizar las múltiples ventajas de Internet para buscar empleo en clasificados virtuales, o para conocer las webs de empresas que aceptan postulaciones espontáneas. Y aquí no todo es color de rosa.
Lo cierto es que en Google o en cualquier motor de búsqueda puedes ingresar las palabras “buscar empleo” y conocer cientos de páginas, pero no todas serán actuales, ni los empleos publicados serán tan fantásticos como se describe en el aviso.
Siempre revisa quién ofrece el puesto, y aprovecha Internet para buscar el nombre o la empresa. Asegúrate de leer bien la fecha de publicación del anuncio, o establece una fecha de búsqueda cercana en el método avanzado. No te olvides de leer los requisitos para determinar si los cumples o no, y usa las direcciones de correo electrónico para hacer las consultas pertinentes, como si la búsqueda sigue activa o cualquier otra duda que tengas.
En lo que respecta a la búsqueda de empleo, Internet no sólo pone a tu alcance el conocimiento de empresas y solicitudes de empleo, tú también estás en la mira de las empresas. Por eso, aunque tu disposición sea la mejor, puede que Internet esté jugando en contra en tu búsqueda de empleo.
Por ejemplo, tener un perfil público en redes sociales repleto de fotos con tus amigos en desatadas fiestas, poses provocativas, actitudes poco profesionales o con comentarios poco agraciados, seguramente que tu potencial empleador podrá leer y ver estos detalles.
Revisa tu perfil en redes sociales o en tu blog personal, establece su privacidad y edita lo que tu empleador no debería ver. Retira viejos comentarios que hayas hecho en otros sitios y que no sean buenos para describir a un candidato. Puedes hacerlo haciendo una búsqueda de tu nombre en Google o en tu motor de búsqueda, ingresando a los sitios y eliminando tus participaciones.
El misterio puede servir en lo social, pero no en lo laboral. Hoy la búsqueda de referencias y el análisis de los candidatos incluye, casi como primera medida, la búsqueda web. Asegúrate de “existir” en Internet, con perfiles en redes laborales o sociales (teniendo en cuenta lo ya visto), con comentarios en periódicos locales o en blogs especializados, o incluso creando tu blog personal para comentar tus intereses, conocimientos u opiniones.
La mejor manera de comenzar con esta tarea de “existir” es mediante una red laboral de amplia cobertura, como LinkedIn. Allí puedes crear tu perfil y comentar tus estudios, antecedentes laborales y otros detalles, mientras que también puedes buscar contactos, pedir referencias, y hasta crear círculos o grupos especializados. Bien vale la pena participar aquí, para tener una buena imagen ante los ojos de tu potencial empleador.