La idea es algo intangible, casi efímera si no sabemos exprimirla y desarrollarla. Por eso, es fácil que muchas personas tengan dificultad a la hora de ponerle un precio y un valor a las ideas, en especial quienes las quieren para ellos. Pero las ideas son parte indispensable para los proyectos, y para cualquier avance de la vida.
Las ideas son un bien que puede ser comprado y vendido, bajo muchas formas. Tan sólo comentarla es compartirla, si se quiere: regalarla. Pero si lo que buscas es vender tu idea, debes conocer la mecánica adecuada. En primer lugar, debes definir cuál es tu mercado de ventas, pudiendo ser tu propio jefe o alguien con los medios para hacer que esta idea prospere.
Una vez definido tu mercado y tu cliente, establece una reunión para concretar la venta de tu proyecto o idea. Puede ser una situación casual o una reunión de negocios, como sea mejor. Ya en la reunión, sigue la mecánica habitual: saludos, charla cordial, hasta que comience el momento.
Esto es clave para la venta. Debes presentar la idea de un modo que sea atrapante, intrigante pero también indefinido, y que no devele todos los detalles, pues quién quiere comprar algo que ya tuvo gratis. En la venta de ideas se te puede contratar para desarrollar el asunto y presentarlo por escrito, o como asesor para la aplicación de la misma, por eso debes asegurarte de conservar una carta debajo de la manga, para que seas sólo tú el indicado en este asunto.
Hay muchas maneras en las que puedes presentar la idea como una intriga cuya respuesta sólo tienes tú, y no como una solución ya establecida. Debes tener en cuenta cuáles son las necesidades de tu cliente, por qué asunto específico esta idea le será de interés. Cuenta con todos los datos de mercado a mano o en tu móvil, para poder responder cualquier consulta que se te haga, o para poder dar testimonio y apoyo a tus ideas y comentarios.
También puedes mencionar cómo tu idea beneficiaría a la competencia directa de tu cliente potencial, pues esto motivará su compra, procurando ir por delante de su competidor en la carrera laboral y comercial. Y, finalmente, no te olvides de dejarte siempre la información clave a escondidas, hasta tanto no hayas sido contratado o tus servicios solicitados, pues mucha gente inescrupulosa puede estar escuchando tus ideas, y siendo más veloz en su aplicación, dejándote sin una pieza del pastel que tú mismo cocinaste.